Sunday, July 5, 2009

El final

Viví seis meses en el sur de Nigeria. Trabajé como expatriado de una misión medica de una organización sin nombre; los Blog están prohibidos y no resistí los deseos de narrar lo que sucedía a mí alrededor. Partí lleno de sentimientos encontrados. Mi misión termina hoy.

Port Harcourt, Enero 8 - Julio 5, 2009

Saturday, July 4, 2009

Lapidarium 5

Cuando realicé aquel surreal viaje al sahel, estaba asombrado de que las personas pudieran vivir en un ambiente tan seco, tan árido. Solo siete días después tomé la misma carretera pero ahora en dirección sur y para mi sorpresa la encontré llena de vida. Los ríos secos seguían estando ahí, desoladores, pero ahora veía pastizales, personas arando y sembrando. Cómo no pude ver esos hermosos árboles de mango a mi llegada, estaban ahí, en medio de la nada. Solo siete días en medio del Sahel habían cambiado la forma en que veía la carretera.


Estaba decidido a entrar a la Mezquita de Abuja, sin duda la mas grande del país. deseaba también tomar la foto que no pude tomar en el norte, la foto que me debe Nigeria: la calle llena de gente rezando hacia la Meca a las 2pm del viernes. Mi plan estaba cuidadosamente diseñado: llegar a Abuja con dos días de anticipación, encontrar tiempo para hacer reconocimiento de terreno, buscar el lugar donde se localiza la multitud, y un lugar donde esperar. Como siempre mi plan salió mal. Para empezar en Abuja me encontré con Misao, con quien disfruté de los cuatro restaurantes y de las tres salas de cine de la ciudad, lo que consumió mis dos primeros días, imposibilitando las actividades de reconocimiento. Adicionalmente, la noche del jueves asistí a la fiesta española y a su exitosa y decadente secuela liderada por la representación francesa, lo que me obligó a llegar al hotel a las 4am. A la 1pm del viernes la escena no podría ser mas desoladora: 42 grados centígrados, gafas oscuras, dos botellas de agua heladas calentándose rápidamente. Misao llegó al poco tiempo casi arrastrándose. Era la primera resaca de su vida. Me dio los buenos días Japoneses: “Ohayo Gozaimasu D San…”, sin responder, le pasé la segunda botella de agua helada. La tomó algo asombrada: “Anata wa tensai desu! (usted es un genio…)”…le respondí con un perfecto japonés de Miyasaki: “Anata wa sori desu…” (usted es un primer ministro…)” …para sorpresa de nadie, mis clases de Japonés han fracasado…poniéndose las gafas oscuras dijo la única palabra que le he enseñado en español: “Silencio D san…”…el sol nos aplastaba como solo aplasta a los deshidratados y Bonmi, el taxista de confianza, estaba retrasado como siempre.

A la una y 45 de la tarde saltábamos desde un Toyota Corolla rojo: las calles estaban colapsadas a dos cuadras veía la Gran Mezquita de Abuja. Es momento de correr bajo el sol. La mezquita tiene dos marcos de entrada que dan a un enorme parqueadero, después del primer marco azul estás oficialmente en la mezquita, no hay vendedores y las mujeres deben tener la cabeza cubierta. En frente del marco de la entrada se apilan vendedores de collares, de comida, de telas. Encontré dos libaneses y les pregunté si era posible entrar sin ser Musulmán. Ellos me miraron algo asombrados: “Este es un centro de oración y paz. Porqué razón no podrías entrar…?...ven, te mostraremos el camino…” con alivio dije “gracias…vamos Misao…” ellos dijeron con la misma calma: “donde vamos no puede ir ella…” la miré disculpándome. Estaba resuelto a entrar.

Cuando estaba entrando por el marco de la entrada al parqueadero aparecieron varios carros de policía que cerraron la calle, solo los musulmanes con sus shilabas podía transitar, el cierre se debía a la llegada de Yur’Ardua, el presidente para asistir a la oración. En el parqueadero había dos camiones de trasmisión de televisión, solo hombres caminando rápido hacía la entrada, pordioseros de lenguas desconocidas, te encuentras unas escaleras, y mas escaleras y después te paras enfrente de la mezquita, es gigantesca, perfectamente cuadrada, a la entrada niños piden que dejes tu zapatos. Entras descalzo y a pesar de tu apariencia totalmente occidental nadie te pregunta nada. Cada uno esta en los suyo, totalmente el paz.

Thursday, July 2, 2009

Le vent nous portera

Cuando una misión termina tienes amigos regados por el mundo, un ticket de regreso que atraviesa varios continentes, y mucho tiempo libre. La coordinadora americana pasará por Paris, Dublín y Barcelona. Misao, siempre de extremos, disfrutará de la libertad de viajar sin visas y pasará por cuatro países y tres continentes durante dos meses. Mi viaje empezará por Abuja, donde un cordero asado al estilo libanés tiene una D escrita en sus costillas. Después tomaré el avión Abuja-Malabo-Frankfurt-NY. Es la tercera vez que visito NY en los últimos 9 meses y la siento extrañamente familiar. El propósito de mi visita es reunirme con el equipo de coordinación y hablar cara a cara sobre mi siguiente misión. Después tengo un asunto pendiente en México que no da mas largas. A la 1.20pm del 11 de julio veré por primera vez los cerros de monterrey. Llegaré al aeropuerto Benito Juárez como es debido: sin tiquete de regreso. Mis planes en ese país están llenos de reencuentros, viajes, comidas, bebidas y carecen de fechas. Eso me permitirá llegar a Bogota como siempre he querido: de sorpresa.

Wednesday, July 1, 2009

La verdad sobre la ayuda humanitaria

La ayuda humanitaria es apasionante, solitaria, intensa, algunas veces hasta delirante, pero no es satisfactoria, no te hace sentir útil, no te da paz, no sientes que has arreglado el mundo, ni tan solo ayudado un poco. Estoy orgulloso de la decisión de venir, pero de nada más. Metí mi vida entera en una maleta de 25 kilos y conocí una multitud de gente. Imagino que si les preguntáramos a los otros expatriados responderían lo mismo: No tengo ni idea de porqué vine, ni porqué me quedé, pero me muero de curiosidad por hacerlo otra vez.

Las procesiones internas

Es responsabilidad del expatriado saber cuanto tiempo necesita descansar entre misiones. Mis reclutadores sugerían no menos de 3 meses: “…un mes para dormir, otro para sacarte a la misión de debajo de la piel, y el tercero para descansar realmente….”. Mi misión oficialmente tiene 6 meses, pero me gusta pensar que empezó mucho antes: en el momento en que llegó el correo que decía Port Harcourt, delta del Niger, o cuando me subí en el avión hacia NY para mi apasionante entrenamiento y me di cuanta que ya no había marcha atrás. Talvez, el viaje comenzó de verdad aquella mañana de sábado que hablé por primera vez con P y empezó a encarrilarse mi destino hacia África. Si este viaje empezó hace tanto tiempo no puede termina en menos de una semana. La misión vivirá en mi memoria, y mi memoria la editará, incansable y obsesivamente. Este viaje no terminará nunca.

Sobre los nuevos

Mañana llega mi reemplazo y entonces el relevo de los expat de terreno será completo. Me tomará 4 días explicarle como ser el nuevo D. Por lo pronto veo en los nuevos todas las inquietudes y sorpresas que sentía a mi llegada: el calor, las calles llenas de gente. La diferencia más evidente con ellos es el nivel de energía: Seis meses en terreno sin vacaciones me han dejado en estado de agotamiento constante. Ellos, los nuevos, llegan recargados, ven las calles curiosos, mientras tanto el último expatriado antiguo de terreno se pone su ipod, las gafas oscuras y sueña con un capuccino. Por la mañana las diferencias son aun mas claras; La nueva Logista se sienta enfrente mío, tiene un nuevo tatuaje en la parte interior de la muñeca, me mira con esos ojos azules y empieza a hacerme preguntas. Lleva elegante ropa azul de verano, que en seis meses estará totalmente destruida por ser lavada a mano sobre piedra. Yo estaba por mi segundo café.

Monday, June 29, 2009

Dos multitudes

A Port Harcourt llegué la mañana caliente del primer sábado de enero. Por la noche se realizó la fiesta de año nuevo en la casa expat; el organizador de la fiesta decidió hacer historia e invito al completo staff del hospital: 230 personas. Afortunadamente no todos aparecieron, tal vez solo la mitad, pero aquellos que llegaron trajeron a su novia, novio, hermanos, primos, amigos y vecinos. Había enfrente mío una multitud de alrededor de 500 personas que bailaba, reía, saltaba, comía, bebía, todos elegantísimos al lado de mis bermudas y camiseta blanca. Aquel día me fui a dormir temprano culpando al Jet-Lag. La verdad era que encontraba totalmente impenetrable esa multitud desconocida.

Ayer se realizó la fiesta de despedida de los expatriados que partirán próximamente: Misao (5 meses), Line (4 meses), y D (6 meses). Coordinador de actividades y “master mind” del evento: D. desde el principio decidí que esta fiesta sería diferente; No quería una multitud de desconocidos, prefería un grupo selecto de gente bonita. Le avise a mis dos asistentes y a los cuatro logístas, Line le aviso a 3 personas con quien trabajó todos los días, Misao invitó a cuanta persona encontró en su camino. La primera en llegar fue Cristy, mi asistente, acompañada de sus dos hijos y amigable esposo. Al poco tiempo llegó Charles, nigeriano joven que habla con la pausada calma de un cura. A la fiesta llegó también la enorme Glory, que cada vez que me ve me señala con un dedo y grita: this is D…the Colombian D…estaba también Akuna, Sonny, Celestine, Isidore, Nancy, Samuel, Angela, Charity, Godwin, Ambrose, Clifford, George, Apolos y tantos otros.

La noche estuvo llena de momentos memorables: El DJ nos alegró la vida con un homenaje póstumo a Michael Jackson, para sorpresa de todos, el callado jefe de enfermeras puede hacer el “moonwalk”, Leticia, en medio de una cordialidad etílica olvido todo conflicto con Larry. Todos reían, todos bailaban. En medio de la fiesta estaba Aurelie. Acababa de aterrizar en Port Harcourt para quedarse seis meses. Yo veía en su cara lo que sentí hace casi seis meses parado enfrente de un grupo de extraños.

Thursday, June 25, 2009

Viva Brasil

Los brasileños han llegado con todo! Tenemos dos seres al cual más alegres y temperamentales: El desordenado Marco y la feliz Leticia. Marco que no para de reír y si no hacemos algo entretenido por las noches lo toma como una ofensa personal. Leticia está llena de energía y quiere cambiarlo todo. Ellos han llegado para recordarme que lo mejor de la vida expat es reunirse alrededor de la mesa y hablar y beber y comer. La primera noche de Leticia en la casa expat, comimos quesos franceses y nos emborrachamos con vinos sur africanos. Con ella, desde hace un par de días tenemos un rito; Nos escapamos temprano del hospital, llegamos de primeros a la casa, y empezamos a cocinar: un día feijão, otro tortilla española. Hoy puse a todo volumen Rubén Blades y The clash y cocinamos espaguetis chinos. Mis manos huelen a jengibre.

Sobre los nómadas congénitos

Aun hoy no acabo de acostumbrarme a personajes de la misión que son verdaderos nómadas congénitos, expats que tienen al menos dos pasaportes, y cuando les preguntas donde es “casa” se quedan pensando por un tiempo y dan respuestas largas y confusas: recuerdo cuando escuché: “…mi padre es griego, y mi madre austriaca, pero yo crecí entre Ámsterdam y ciudad del cabo…” o “…yo tengo acento argentino pero culturalmente soy australiana…y si, mi pasaporte es italiano…” Leticia es el último ejemplo de esta especie de fabulosos seres: Apellido checo, pasaporte americano, pero se presenta como brasileña. Cuando le pregunté donde queda “casa” me dio una respuesta maravillosa: Parecía resolviendo una ecuación matemática mientras decía lentamente… “…nací en Detroit, crecí en São Paulo, pero estudie en Londres y Barcelona…vengo de pasar un par de años en Indonesia…pero mis libros, mis libros están en Porto Alegre…”

Sunday, June 21, 2009

A. Nowak

La Nowak es una Polaca de desordenado pelo rubio y sonrisa de niña que se mueve como solo lo hacen las mujeres que estudiaron balet toda una vida. Un día antes de su partida decidimos intercambiar música; Ania quería todo Tom Waits, todo John Cale, todo Sidesteper. Por mi parte no descansé hasta tener las joyas gitanas de su colección; Anka me mostró como suena Goran Bregovic cuando está acompañado por Iggy Pop. Escuchar todo nos tomó cuatro horas en las que conocí su Varsovia, me enteré de la migración de los Nowak hacia Francia y de la historia de Stanislawa, su abuela. Por mi parte, le conté de la dinastía de las hermanas Luna y sobre las tres Maritzas, empezando por mi tatarabuela. Anusia escuchaba fascinada aquella historia llena de alegría y tragedia ocurrida hace tantos años en un lugar exótico donde las montañas son verdes todo el año.

Tuesday, June 16, 2009

Entrando a las oficinas de NY

Las oficinas en NY tienen grandes ventanales, chorros de luz caen sobre hermosas fotografías de terreno y coloridas pinturas donadas por artistas. Apilados contra las paredes hay decenas de mapas rayados, sobre los escritorios hay botellas de vino a medio empezar. Hace pocos días fue la fiesta de navidad. A la entrada te recibe una negra gigantesca y elegante que al ver mi cara de agotamiento y expectativa dijo: primera misión, verdad?

En las oficinas te entregan un fólder a reventar de documentos y te conducen hasta una de las oficinas vacías. Después de un par de horas de lectura empiezas un tren de reuniones con personas de varias nacionalidades que te preguntan respetuosamente: quieres que la reunión sea en Inglés, francés o Español? El bombardeo de información es sistemático y a mansalva: protocolos de seguridad, la cultura, el idioma…en Nigeria hay tres culturas…nunca hables de religión…Biafra…MEND. A eso de las 6pm te entregan tus pasajes y dinero de seguridad: “vete al hotel, mañana a las 5am pasa el taxi por ti…” A mi salida la recepcionista preguntó: para donde vas? Respondí resuelto y serio: seis meses en el sur de Nigeria. Me dijo: déjame verte bien, me acordaré de ti, nos vemos en breve. Yo llevaba el pelo cortísimo, casi rapado. Salí a la fría NY de enero con todos los papeles en la maleta. Lo único que había quedado en mi memoria eran las palabras de la recepcionista.

Ahora que mi misión termina me ha dado por pensar en la persona que entrará a esa oficia en menos de un mes. Algo ha cambiado, pero no se muy bien cuanto; tengo el pelo un poco largo y nunca me peino, puedo pasar días sin rasurarme, de tanto vivir con franceses el otro día solté mi primer genuino e inconsciente “oh la-la…” (nunca volverá a pasar…lo juro …), el cuarto sigue en el mas riguroso desorden, escucho mas The Black Crowes y menos Cohen. Nada radical, todo muy normal. Sin embargo, hay algo extraño: no sé muy bien como, ni cuando, pero en estos días, por primera en mi vida, me veo al espejo y me siento de la edad que marca el calendario.

El buen Marco

Marco es Brasileño pero vive en Australia. En Sydney le hicieron la presentación de seguridad, le dieron los documentos necesarios, le dijeron “No tomes taxis, si no hay un carro esperándote, usa los teléfonos de emergencia. Por ninguna razón abandones el aeropuerto”. Después de pasar por Bangkok y Addis Ababa llegó hasta Abuja donde le recordaron “… tu espera al conductor…”. Pero Sydney y Abuja no tenían en cuenta los ánimos de la primera misión, el sabor brasileño, y muy especialmente el carisma que da viajar con la camiseta puesta. En el avión Marco conoció dos hermosas irlandesas, llegó al aeropuerto, no vio al conductor, esperó un tiempo prudencial de 30 segundos, se le olvidaron todos los briefings de seguridad y se subió al carro de las irlandesas.

Port Harcourt, cinco meses y una semana

Los expats vivimos en una esfera protectora de la realidad de Port Harcourt. Lo que puedo decir de esta ciudad es lo que alcanzo a ver por la ventana del carro en el viaje de la casa al hospital y del hospital a la casa. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que Port Harcourt es una ciudad de grandes contrastes donde una ferviente religiosidad convive con un alto grado de violencia. En esta ciudad la religiosidad deja de ser ese refugio que da paz y guía al creyente, en Port Harcourt la religiosidad es saturada, desbordada, obsesiva, desesperada. La compañía de minibuses se llama “Legión”, una persona en el hospital tiene coros de misa como Ringtone, en la universidad privada oran antes de clase, alguien utilizó sus vacaciones para asistir a charlas sobre la Biblia, los conductores son Gabriel, Jeremiah (AKA Jerry), Godwin… Por todas partes hay grandes letreros con la imagen de pastores de brillante sonrisa y mirada segura que dictan seminarios sobre la forma de casarse pronto y con la persona deseada. Las religiones que predominan son relucientes versiones del siglo XXI, con nombres llenos de palabras como renovación, revolución o salvación. Cuando te identificas como ateo quedan algo desorientados; Es imposible no creer en nada. Esta religiosidad es potenciada por una pobreza crónica y una gran concentración de los ingresos. Justamente al lado de uno de los barrios mas pobres se encuentra el Club de Polo. Por las calles se puede ver niños y jóvenes empujando carretillas con tanques de plástico; Veden agua. Port Harcourt es una ciudad de 4 millones de almas que viven sin acueducto o alcantarillado. La clase dirigente tiene verdaderos palacios, con pozos de agua y generadores de electricidad. Por las calles, Audis, Hummers, y Land Rovers transitan lentamente entre los niños y jóvenes empujando sus carretillas de agua. El otro factor que define la ciudad es la violencia, hecho que no puedo entender ni describir. Tal vez tan solo dar una imagen: un carro lleno de policías estrelló por accidente un camión rojo. Los policías en un salto deductivo malabárico, decidieron que el conductor del camión era el culpable de que ellos lo golpearan por detrás, así que procedieron a bajarlo a tirones y golpearlo y patearlo hasta el cansancio en medio de la soleada calle del medio día. Gabriel, conduciendo mi carro, veía la escena y se le aguaban los ojos. Mientras tanto me preguntaba en silencio porque el ser humano se empeña en dar armas de fuego tan solo a los idiotas.

El camino a Nigeria

Cada vez que un puesto queda disponible en la organización una intrincada maquinaria de llamadas, correos y compra de pasajes empieza a moverse en centros de reclutamiento como Sydney, Roma, Tokio, Paris, NY, entre otros. El expatriado seleccionado empieza a recibir información con semanas de anticipación. En mi caso fueron alredor de tres correos en inglés y francés con pasajes, forma precisa de llegar desde JFK hasta el hotel y del hotel a las oficinas, nombres, mapas, y hasta teléfonos de emergencia en NY. Recibí también documentos sobre Nigeria, sobre Port Harcourt, medidas de seguridad, códigos de vestimenta, clima y precios. En el momento de mi salida de Bogotá sabía el nombre del taxista que me recogería en Abuja.

Desde que sale de su casa el expatriado está en una carrera de relevos de responsabilidades. La oficina de reclutamiento lo lleva hasta la capital del país de destino. En el momento en que se baja del avión pasa a ser responsabilidad del equipo de coordinación, quien a su vez, lo envía a terreno, donde es nuestra responsabilidad traerlo a la seguridad del hospital o la casa expat. En mi caso, tomó siete días llegar desde Bogotá hasta Port Harcourt. En el viaje pasé sin problemas por tres continentes, cinco aeropuertos, e incontables taxistas. Este proceso se repite constantemente por todo el mundo para cada uno de los 3000 expatriados activos. Hacer trabajar esta maquinaria de una forma coordinada requiere una habilidad digna del circo del sol. Imaginen todas las posibilidades de error con expatriados viajando simultáneamente desde Punjab hasta Nueva Delhi y después hasta Abuja con cambio de aeropuerto en Addis Ababa, desde Sydney pasando por Bangkok y con cambio de avión en Dubai. Si una Alemana en Sao Paulo confunde inocentemente Tusday con Thurday, alguien comprará el pasaje equivocado en París y tendremos a un un expat varado por dos días en Cotonou, si un nigeriano no entiende el inglés de una Francesa, alguien no tendrá donde dormir en la amigable Lagos, tan solo es necesario que alguien en Port Harcourt tenga demasiado trabajo, olvide abrir el correo y de repente tenemos a un francés que no habla inglés, en su primera misión, parado frente al aeropuerto de Port Harcourt, viendo a los lados, con la maleta entre las piernas, el chalequito puesto, y sin carro que lo recoja. Désolé Jean Luc!

Sunday, June 7, 2009

Lapidarium

Esto se acaba. En el momento que escribo estás líneas me queda poco mas de un mes de misión y para mi sorpresa hay mas de 18 páginas de textos que no he subidos a la red. Señoras y señores, para bien o para mal a continuación mis Lapidarium:

Lapidarium 1

Me asomo constantemente a la ventana de la sala de cirugías, al principio las escenas me impresionaban, pero lentamente me fui acostumbrando. Lo mas violento no es el ser humano y su cuerpo inerte, lo mas violento es ver a los doctores tranquilos en acción. Ninguna imagen es tan agresiva como un cirujano ortopédico luchando fuertemente con un húmero, la escena que presenciaba era tan cruda que no puede evitar hacer un gesto de horror, entonces me dí cuenta que habían usado anestesia local, el paciente estaba despierto y veía mi cara…

Para nadie es un secreto así que digámoslo bien alto, el nombre de este blog es pésimo. Es reflejo directo de la falta de planeación que acompaño su nacimiento. Otros nombres serían menos ambiciosos y darían mas información sobre su contenido o al menos del contexto. El primero que se me ocurre es “Desde el mosquitero”. Este nombre da mas idea de la posición, ángulo, incomodidad, y esfuerzo que dedico sino para escribir los posts, para mantenerme alejado de los anófeles. Me gusta su simplicidad. Otro nombre posible sería “Confesiones del un natural Born mosquito killer”; no se imaginan la habilidad que he alcanzado para darles muerte, algunas veces con una sola mano y sin ninguna cargo de conciencia. Ellos se han defendido enviado cada vez mas legiones belicosas y suicidas, especialmente de noche y cuando escribo.

Se bien que este no es el lugar para ponerse místico, pero algunas veces sucede que me entiendo tan bien con la gente que creo conocerla de otra vida. Se que es algo absurdo viniendo de alguien que se declara ateo, pero qué le vamos a hacer, me sucede con todos mis buenos amigos y amigas, pero especialmente con las mujeres de mi vida. Con S me pasó desde le primer momento en que la vi.

Lapidarium 2

Aún hoy las cicatrices nigerianas le gritan al mundo: mi padre y mi madre pertenecen a la tribu de allá, al oeste tengo cientos de hermanos de tribu que me ayudan y me protegen, todos ellos tienen estas mismas marcas, porque el hermano es quien comparte tribu, no sangre. Después de un tiempo empiezas a darte cuenta que las marcas también pueden estar en los brazos, en medio del pecho, en la nuca, pequeñas, apenas perceptibles al lado de los ojos. Hace tan solo 10 años un hausa sin cicatrices era un bastardo, alguien sin padre, sin tribu.

 

 

 

Lo peor que le paso a África fue la llegada del carro. Olviden la esclavitud que se robo generaciones, las armas de fuego que trajeron los europeos, olviden también malaria, Sida, Bono y Geldorf, los malos gobiernos, la corrupción, y la fuga de cerebros. Todas las mañanas millones de africanos se suben a sus carros, hacen filas de horas para comprar gasolina, algunos empiezan desde el día anterior, y después están listos para andar por las calles a una velocidad de vértigo ignorando toda regla de básica de transito, o sentido común: Hoy encuentro totalmente lógico que los policías de trafico tengan AK47s, ahora se que no son indiferentes, simplemente se han rendido a la anarquía de las calles.

 

 

Un Fiat rojo y destartalado de placas OW44PHC. Uno de los pasajeros se baja y abre el baúl y aparecen 4, tal vez 5 cabras apiñadas una sobre otra. Arregla una que parece estar acostada y se vuele a subir. 

Lapidarium 3

Lo sucedido y no escrito ha sido mucho y lo llevo conmigo. He aprendido que puedo sobrevivir y hasta trabajar bajo el calor abrazador, que puedo ser amigable y distante, hablador y callado y que está bien. He aprendido el nombre de la delantera del Manchester United, de las cuatro meseras del Toby y de innumerables personas en el hospital. He dormido poco, he leído menos y he escrito demasiado. He tomados tres fotos. He comprobado que un hombre puede vivir escuchando solo a los Rolling Stones. He abandonado mi apariencia personal y la he encontrado de nuevo. Lo he comido todo. He comprado cuatro hermosas mascaras Yoruba. He encontrado gente de lo mas interesante, que llega y se va, que estimo y no olvido. He hecho una buena amiga que me gustaría que conocieran todos, que de alguna forma extraña me ha enseñado de nuevo algo de la decencia que se me estaba embolatando.

 

 

Una prueba de la entrega total a la causa siempre será vista con buenos ojos por los jefes, así sea a todas luces un acto carente de sentido común.

 

 

Una de las cosas mas interesantes de vivir en misión es la completa carencia de certeza que tenemos, la misión de seis meses puede ser acortada, alargada, pueden cerrar la misión, puede haber una emergencia. La anterior jefe de terreno debía terminar su misión mucho después, pero fue reemplazada rápida y eficientemente. Ninguna de las dos personas que ocuparon antes mi puesto terminaron su misión. Llevo 12 semanas que parecen 21, estoy agotado todo el tiempo. Siento como mi estado de ánimo lentamente cambia, producto del estrés y del cansancio, hacia una versión mas agresiva de mi mismo, pero de acá no me muevo.

Lapidarium 4


Cindy louper canantando money changes everything, seguida de los rolling stones con Out of control…la version sobria de voodoo lounge y no la acelerada de no security…el dia empieza bien...

 

 

Recuerdo perfectamente la primera vez que escuche adiós nonimo de Paizzolla, Nantes de Beirut, all the world is green the Tom Waits, Los altos del Cerro de la Llorente, Let it all go de Mark Knopfler, Terra de caetano, Rocket man de Elton, Estadio Azteca de Calamaro, etcetcetc...esa sensación genial de esto empezó bien y después cuando se termina, las ganas de volver a escucharla desde el principio, la alegría de mostrárselo a toda la gente que tengo la suerte de encontrarme en el camino. Me fascina ver las caras cuando Jira son Bali de Blades (Mundo) pasa de cantos africanos a una descarga de salsa, cuando entra la voz de teresa Salgueiro en Oxala o cuando la Downs sostiene una nota de paloma Negra y se quedan confundidos, petrificados.

 

 

En estos días me encuentro de lo mas mexicano, siento a quien se deje y le digo:  la bajita es Julieta y la alta Marisa Monte, estos son los Plastilina Mosh, esto es Caifanes, esta es Lila Downs. La sola imagen de Lilla, tan llena de texturas, tan llena de carácter, tan mestiza. Algunas vez intente traducir al inglés “si porqué te quiero quieres llorona, que la muerte reciba, que se haga tu voluntad llorona, que por suerte de dios no viva…salías del templo aun día llorona cuando al pasar yo te vi…hermoso huipil llevabas llorona, que la virgen te creí…” pero las canciones perdían tanto tantísimo con mi traducción en caliente que a la mitad me detuve,  entonces Lilla empezó a cantar en náhuatl, y por fin mi paciente victima y yo entendíamos lo mismo: nada.

 

 

Cecile es una amigable francesa quién alguna vez me dijo: después de la misión 12 o 13 dejas de contar, nunca desarmes las maletas, es mejor estar preparado para todo.

 

 

Savvas era un misterio: cara joven, pelo canoso, “soy griego sudafricano pero vivo en Ámsterdam...” a cuanta persona se le atravesaba la invitaba a quedarse en su flat con vista a la playa de Ciudad del Cabo. Tenia una agenda donde seguía las ciudades que debía visitar. Me decía: “la próxima semana Ámsterdam, a los dos días Barcelona, de ahí una semana en Homa bay, Kenia, y después, Ciudad del Cabo por un mes... ”

 

 

Siempre se esta llegando, se esta saliendo, las maletas a medio hacer, cada vez menos ropa, toda vuelta nada, ojeras permanentes, mal peluqueado, con los deseos enormes de simplemente dormir y dormir, nada mas, solo la tranquilidad de dormir, pero no, llegas a la cama y el sueño se te escapa entre los dedos. En cuatro meses solo una vez he dormido mas de 6 horas. 

P

El sábado regresaba del hospital con mi Ipod puesto, los expatriados a mi alrededor reían, contaban historias, el día había sido tranquilo, y hasta frío. Había llovido por la mañana. Enfrente mío, Larry, un keniano de dos metros, reía a carcajadas y yo me preguntaba cómo fue que llegué hasta aquí. Qué eventos llevaron a que me encuentre en este momento metido en un carro lleno de extranjeros riendo. Sonaba Nick Cave con su Far From Me.

Debe ser claro que el único culpable soy yo, mis decisiones son mis decisiones y de nadie mas, pero qué conjugación de eventos llevaron a que pudiera tomar estas decisiones. Si tuviera que seleccionar un momento sería aquella mañana de sábado en la clase de Yoga en el norte de Bogotá. El día que conocí a P. Ella era una mujer con una cara hermosa y un acento Argentino. No recuerdo muy bien como pasó pero empezamos a hablar. Luego me contó de su trabajo en África, en oriente medio, de su misión en Colombia. A los pocas semanas mis fines de semana habían sido totalmente transformados, expatriados de todas las nacionalidades empezaron a hacer parte de mi vida. P abandonó Colombia y fué reemplazada por M, francesa adorable y temperamental quien hacía su primera misión en Colombia. Hoy en día ha pasado también por Haití y Gaza.

La última vez que vi a P fue en NY, yo estaba en mi entrenamiento y ella trabajaba en las oficinas de esa ciudad. El reencuentro fue extraño pero memorable. Es difícil cuando ha pasado tanto tiempo. Me enseño su ciudad, sus bares y restaurantes preferidos. La ultima vez que visité esa ciudad, justamente antes de venir a Nigeria, fui, no sin algo de nostalgia, a su Café Gitane, caminé por la noche de Soho y el Greenwich Village. La vida neoyorquina de P me dio una de las imágenes mas bonitas que tengo grabadas en la memoria: Amanecía, y mirado por la ventana del taxi pasaba el puente Brooklyn y después todo Manhattan hasta la calle 77.

Saturday, May 30, 2009

Sobresurreal

Trabajar en terreno con una organización humanitaria te lleva a vivir situaciones surreales. Conforme pasan los meses el nivel de sorpresa va disminuyendo y empieza a parecerte totalmente normal escuchar frases como, “están reclutando gente para Sri Lanka...ya me inscribí...”, “...Colombia finalmente no salio, me voy para China...”, "yo a ti te conozco de algún lado...Congo?" ...para que algo te sorprenda debe ser realmente, si me permiten, sobresurreal. Soy parte del personal “experimentado” en terreno y fui seleccionado para apoyar a los logistas actualizando las medidas de seguridad, por si alguna vez llegase a aumentar el peligro. Me encuentro desde entonces en el territorio de lo sobresurreal:
Rutas de evacuación: Listo!
Security envelope: Listo!
Plan de hibernación: Listo!

Mathieu

La persona que me reempezará se llama Mathieu y es francés. Tomará el vuelo Paris - Abuja el 30 de Junio y se me plantará enfrente el primero de Julio. No me pregunten por qué, pero lo estimo en la distancia. Lo imagino delgadito y blanquísimo. Recuerdo ahora la persona que reemplacé hace casi 5 meses. Se sentaba a mi lado durante el entrenamiento en NY, era americana, atractiva y de abuelos asiáticos, tenia una voluntad inquebrantable; había pasado dos años en un proyecto en Haití, iba al gimnasio todos los días a las 6 de la mañana. Estaba lista para todo. Tres meses después la volví a ver en Port Harcourt. Había sido lentamente destruida por la malaria, el estrés y una difícil relación con la jefe de misión. Jamás en mi vida he encontrado una persona tan feliz de verme; me abrazo como se abrazan los hermanos y viajó la noche de mi llegada. Al día siguiente en la oficina me enteré que las dos personas que ocuparon antes este puesto fueron evacuadas. Buena suerte Mathieu.

Tuesday, May 26, 2009

La fiesta española

La organización humanitaria en la que trabajo tiene varios centros administrativos: París, Barcelona, Ámsterdam, Bruselas, entre otros. Cada sección tiene un diferente enfoque de trabajo, y funcionamiento interno. La sección holandesa es conocida por sus buenos salarios, y por ser los primeros en evacuar cuando hay problemas de seguridad, la francesa es famosa por sus largas reuniones, por llegar primero a las emergencias e irse últimos cuando las condiciones de seguridad se complican, la sección española es conocida por no ser exigente en alojamiento y  por tener las mejores fiestas. En mi breve visita a Abuja tuve la oportunidad de asistir a una de las mitológicas fiestas de la sección española. Al poco tiempo de llegar y escuchar la música a todo volumen, estaba decidido a cambiarme de sección el próximo año, al amanecer, con un poco mas de sentido común, me preguntaba si podría sobrevivir su ritmo.

A la fiesta asistió la crema y nata de la ayuda humanitaria en Nigeria: había dos jefes de misión, la Jefe de Emergencia del norte, quien para mi sorpresa recordaba mi nombre, coordinadores médicos, logistas, Administradores. Me senté con el animado grupo de españolas quienes, aunque solo he visto tres veces en cinco meses, gritaron mi nombre a través del cuarto y me dieron un sentido abrazo. Varias están en su primera misión y nuestras conversaciones han cambiado desde nuestra llegada: Al principio hablábamos de África y su gente, de las condiciones de vida en terreno, de la comida Nigeriana. Ahora hablamos con propiedad de las medidas de seguridad, de la situación política de la región, y de cuanto tiempo nos queda en misión. Irene dijo gritando entre la música: “me queda poco…en dos meses aterrizo en Barcelona…”, le dije riendo: “siete semanas…y no extiendo ni un día…”, Beatriz dijo feliz: “…dos semanas, tío….dos semanas….” 

Las casas de expatriados

En la casa de Abuja hay 4 personas que viven por mas de un año y una multitud que duerme de paso. Sólo con el cierre de la emergencia de Meningitis mas de 80 expats pasarán por esta casa en cuestión de 2 semanas. Este ritmo le da a la casa un ambiente intermedio entre la intimidad de un hogar y la impersonalidad de un hotel. Sobre la nevera hay fotos de un bebé, y de fiestas llenas de gente que no conozco, pegadas a las paredes hay fotografías y nombres del cocinero de Benin, y de las limpiadoras Nigerianas, también encuentras teléfonos para usar en caso de emergencia, la lista de los taxis de confianza. En una bolsita colgando de la puerta hay tiras de papeles con las instrucciones para regresar sin problemas. Nadie puede perderse. Las casas de expatriados tienen siempre pilas de revistas y una respetable biblioteca que te habla de los visitantes del pasado, se que por esta casa pasó hace siglos alguien que hablaba español; hay una novela argentina y otra española detrás de decenas de libros en francés e inglés. Como la vida del expatriado es un constante rotar y viajar y correr y nunca terminar de llegar, puedes encontrar en los cuartos ropa que los visitantes han olvidado o abandonado conscientemente porque no cabían en la maleta, hecha siempre en estado de agotamiento y en el último momento posible. En mi cuarto de Abuja había 4 pares de zapatos, al abrir el closet encontré 3 maletas vacías, y un juego de pinturas y pinceles. En estas casas siempre podrán encontrar comida que han traído los viajeros de todo el mundo para sentirse en casa o como regalo del que llega, con toda seguridad encontrarás nutella, te, café, y cuando tienes suerte sopa miso. En las casas expats lo que mas encontrarás son expats, que llegan y se van, algunos ni siquiera duermen, esperan en la sala por un carro que los lleve al aeropuerto. Los puedes ver siendo amigables y curiosos entre ellos, andando medio perdidos buscando las tasas, el azúcar y los fósforos, abriendo las neveras. Cuando llegas nunca sabes a quien puedes conocer, quien es este extraño?, tal vez vas para Port Harcourt?, tal vez eres el nuevo jefe de misión? Ayer llegué con mi maleta a las 11pm y alguien gritó en acento alemán, “te dije que nos íbamos a volver a ver…!” era Aria, a su lado estaba Rosalena (Ita), mas allá Jordan(US) y Fraz (Pak), parte del equipo Katsina. Sobre la mesa había dos botellas de vino vacías.

Martes, 8PM, Port Harcourt

Esta no es la misión a la que llegué hace casi 5 meses. Se han ido Delphine (Fr), Lisa (US), Yukiko (Jap) y tantos otros. De quienes conocí a mi llegada solo queda Jon (US), que después de una temporada en Kastsina es la persona mas amigable y tranquila que conozcan. El y yo aprendimos en el norte a no quejarnos nunca mas. En medio de tantos cambios, de tanta rotación, de tanto encierro, y de la fijación de la nueva chef por los fríjoles, me ha dado por cocinar. Me tomó una semana y la visita a 4 sitios para encontrar tocineta. Sudando cociné mi pasta carbonara que quedo medianamente bien y me recordó tantas pero tantas cosas: España, su verano, OsamaBin, mi gata, la risa de Martín (sobrino), mi apartamento de Bogotá con vista a esos hermosos eucaliptos, entonces llegó Jon y se sentó y probo, y llegó Larry (Liberia), George (Camerún) y Misao (Jap). Todos comimos como una extraña y multinacional familia mientras a todo volumen sonaba El Gran Combo, Beirut y Caetano, me sentí en casa lejos de casa, afortunado de conocer a toda esta gente y de estar otro día en el delta del Niger.

Thursday, May 14, 2009

Sobre los efectos de la confinación

En misiones con medidas de seguridad elevadas el día a día es completa confinación, esto unido al estrés de vivir en una sociedad violenta, pervierte las relaciones humanas y trastoca la percepción del tiempo mas allá de lo comprensible. En otras palabras, esto es un “gran hermano”. Para conservar cierto sentido de individualidad, la territoriedad se dispara a niveles felinos. Durante las noches el televisor es de Larry y el Internet de Jon, al desayuno Brian es dueño del sillón grande y la mesa de afuera es de Lulú y Line. Alguna vez Sharon se sentó al desayuno en la silla de Brian, el guardó silencio, pero no dejaba de mirarla con la misma expresión muda e impaciente con que se ve a un microondas dar vueltas. En estas condiciones el cuarto se convierte en tu sancto sanctorum, único lugar donde puedes estar solo y en paz. Llamar a una puerta cerrada es algo prohibido y entrar una verdadera prueba de confianza.

La repetición monástica de rutinas, y el continuo zapping de expatriados lleva a que semana tras semana se repiten las mismas escenas con diferente casting: 7am desayuno, 8am oficina, 1230 almuerzo, 5.15 regresa el primer el carro, 5.40 el segundo…con la misma sorpresa te enteras que es lunes o domingo… las semanas pasan rápido pero los meses lento, no puedes dormir pero ya no te importa, no te rasuras, no te peinas, te rindes, te abandonas...

Sunday, May 10, 2009

Mein Kampf

Los Expats son todo terreno, son Gran Laredo 4 wheel drive, tienen linternas, navajas, les gusta acampar y no por el hecho del cambiar la ciudad, a ellos les gusta de verdad, son personas que tienen zapatos para hacer tracking, gente que escala el Kilimanjaro para su cumpleaños, que atraviesa Japón en bicicleta,  que pasa dos años en el polo sur, gente que come parada y destapa latas de atún con cuchillo. Con ellos me entiendo perfectamente pero mas por contraste que por similitud. Nunca he acampado, fui a Machu Pichu en el trencito, me gusta viajar pero me demoro horas haciendo la maleta y siempre olvido algo, tuve una navaja suiza cuando tenía 12 años y la perdí a los tres días, tengo zapatos de hacer tracking, pero los uso en conciertos, creo que la vida sin Ipod no es posible o deseable, mi idea de ser aventurero es cambiar mi jabón de l’Occitaine, ir a cine solo, o visitar un nuevo centro de Yoga, escalar ha sido una idea atractiva, eficientemente reemplazada por la visita a un buen café o Pub. Llevo cuatro meses en terreno y hoy empiezo la búsqueda por una botella de vino tinto y un frasco de aceitunas, necesitare hablar con el logista para tener conductor, y con la coordinadora de terreno para la autorización de seguridad...nada ni nadie podrá detenerme...

Breves escenas del Sahel

Lunes, llega la cena en 5 containers: cuscus, pollo frito, spaghetti, arroz blanco, salsa aceitosa que parece boloñesa…

Martes, llega la cena en 5 containers: cuscus, pollo frito, spaghetti, arroz blanco, salsa aceitosa que parece boloñesa…

Miércoles, llega la cena en 5 containers…

 

Alrededor de las 830am se corta la electricidad y el agua; Del grifo solo sale un sonido metálico. En breve las bebidas de la nevera se calentarán. El día apenas empieza, estás a 50 grados y no hay forma de escapar, has regresado a la época de las caravanas…

 

Una Francesa siente una suave brisa inexplicablemente fría a las tres de la tarde, cierra los ojos y susurra: merci, merci, merci…

 

La Meningitis se contagia en los ambientes secos. Con las lluvias la epidemia se detiene en pocos días. El día antes de mi partida el cielo estaba turbio. Pocas gotas de lluvia mojaron mi cara. 

Breves escenas japonesas

300pm, caminando por el hospital

D: Cómo se dice “hola cómo estás…?” en Japonés?

M: (con la mano en la cabeza, pensando, casi retorciéndose…) no me hagas preguntas tan difíciles…

M: (después de un par de minutos…) ya se…no hay traducción, cuando en Japón preguntamos “cómo estás…?” realmente queremos saber “cómo estás…?”

7.00am, mi cuarto

M: Ohaio gozaimaz D San…ayer Ángela San me regaló la biblia, intenté leerla pero es complicadísima, sabes de qué se trata…?

D: si claro, 11 años con curas belgas me enseñaron que la Biblia es sobre…mmm…es…(dos minutos de silencio)…es la biografía de Jesús, la escribieron sus amigos…

M: Ángela San quiere que la lea, qué le digo…

D: Díle que te viste la peli…

Viernes, 10.30pm, su cuarto

M: (Señalando la foto de Michael Stipe) entonces…él se llama ARIEM…?

Wednesday, May 6, 2009

Sobre la victoria del Manchester

En muchas ocasiones no entiendo la generación que me toco en suerte, muy especialmente en las salas de cine, escuchando las emisoras de radio y en su relación con el fútbol. Con los dos primeros temas no hay nada que hacer, me rindo, pero en el caso del fútbol tengo una teoría que me produce tranquilidad en tanto me ayuda a comprender: El equipo de fútbol en sociedades fragmentadas se convierte en el representante de un nivel de ingresos (Boca vs River) o de una identidad cultural (Barcelona vs. Real), la alegría de la victoria se debe a que no ha ganado un equipo cualquiera, ha ganado el equipo que representa mi nivel de ingresos o identidad cultural; ha ganado “mi gente!”. El partido se convierte en un espacio de reivindicación, y el estadio en un campo de batalla soñado por Marx y Huntington. Por mi parte, siempre me he sentido incomodo entre “mi gente”, no tengo nada y a nadie a quien reivindicar y por esa razón, no pierdo la cabeza con el fútbol... Io Capito tutto...


Pero no. Hay especimenes que escapan mi sistema de disección del homo fanaticus: aquellos recursivos seres que siguen un equipo de otra ciudad, y hasta de otro país. Qué puede unir a una persona de Bogotá con el Boca Juniors?, a alguien de Kioto con el Real Madrid?, a alguien de Port Harcourt con el Manchester United? Casi por venganza del destino estos seguidores pueden llegar a superar en fervor a los fanáticos nativos: entristecen cuando el equipo pierde, tienen la gorra y la camiseta y no las reservan para la privacidad del partido de fútbol; ellos las usan los domingos y se ponen el gorro aun sin sol. Como si esto no fuera prueba suficiente de su devoción o carencia de sentido estético, compran un uniforme diminuto de su equipo y lo cuelgan del espejo retrovisor del carro, tienen llaveros del equipo, y no pierden la oportunidad para llevar un pequeño sticker del escudo al trabajo. El fanático camina entonces por territorio kitch.


Hoy Manchester ganó dos cero al Chelsea. En Nigeria hombres y mujeres celebraban como no celebraron los franceses cuando se liberó Paris, esta gente saltaba, se abrazaba, manoteaba, Manchester!, Manchester!, Manchester! Hombres grandes, adultos, machos alfa que no se abrazarían en un funeral, ante el gol de Ronaldo se estrujaban y saltaban juntos gritando, casi llorando, estaban mas satisfechos que Sir Alex Ferguson, mas orgullosos que la mamá de Ronaldo, estaban mas felices que el mismísimo Ronaldo...rodeado de tanta histeria colectiva mi cara reflejaba mas sorpresa que alegría, qué puede representar el Manchester para todos ustedes? Porque el Manchester y no el Chelsea? Hasta el uniforme es parecido...

Tuesday, May 5, 2009

D: Coordinador de terreno

Esta es una organización que premia la constancia y la experiencia. El jefe de misión a sus escasos treinta años, ha pasado un tercio de su vida con el chalequito puesto. En el sur de Sudan extendió ("The E Word…!”) una misión de seis meses en cuatro oportunidades, viviendo un total de dos años en condiciones que harían al Sahel parecer el Ritz.  

La coordinadora de terreno de Port Harcourt (otra fan de “The E Word…”) se encuentra en Abuja y el Logista está apoyando la emergencia del norte; Esto significa que durante una semana soy la persona con mas experiencia en la misión. Cosa que, con mis cuatro meses de terreno, extrañamente suena ridícula e impresionante al mismo tiempo, hace que nos revaluemos la importancia de la antigüedad como sistema de selección, y mas importante aún, lleva a que se digan frases temerarias como: “si hay un problema de seguridad en la casa o el hospital no duden en llamar a D…”

Saturday, May 2, 2009

Viernes 2pm, Katsina

Al frente del menú del Dunkin Pepper éramos la definición misma de la confusión. Recuerdo el último renglón: Power Horse por tan solo 250 nairas. Hay cosas que simplemente no probé. Salimos al sol agobiante de las 2pm, algo cansados y algo hastiados con la vida en el Sahel y encima no veíamos nuestro conductor por ninguna parte; empezaba la oración del viernes, la mas sagrada oración de toda la semana. Escuché los cantos desde las mezquitas, vi los carros detenerse en medio de las calles, las okada parquear en el andén, los vendedores abandonaron sus tiendas, un camión con alrededor de 20 niños paró enfrente de nosotros, todos se bajaron sin pronunciar palabra, toda Katsina se detuvo, hombres de todas las edades se inclinaban hacia la Meca en cada espacio libre del suelo, la multitud llenaba la calle hasta donde mis ojos podían ver. Las oraciones generalmente silenciosas se volvieron una voz grave. A los 5 minutos todo había terminado, nuestro conductor apareció sonriente.  

Rumbo a Katsina y las otras tragedias de la Sharia

Mi compañera de viaje era Caroline, periodista francesa que trabaja en las oficinas de París y tiene la sobrenatural capacidad de ser elegante con 50 grados centígrados a la sombra. Durante todo el camino encontramos poco tráfico, y largas filas de carros y okadas en frente de las estaciones de gasolina; Hay escasez de combustible en el sexto mayor productor de petróleo del mundo. A la mitad de camino cambiamos el carro oficial y Gumbo, su conductor, por un Peugeot viejo, conducido por Yusuf. El paisaje se fue haciendo mas y mas seco. Al final aire caliente entraba por la ventana del carro a toda velocidad.

Después de siete horas finalmente llegamos a Katsina, Caroline sacó sus cigarrillos y se sentó en el balconcito de la calle, yo la acompañaba como entusiasta fumador pasivo. Empezábamos a relajarnos cuando nos recordaron que estamos en territorio musulmán, que una mujer no puede fumar en público y mucho menos mostrar sus hombros. Sin dudarlo, Caroline apagó el cigarrillo, desapareció dentro de la casa y regresó con una camiseta blanca que le quedaba enorme. 

Esa noche el grupo se reunió en el prohibido bar camuflado detrás del hotel. Era un espacio enorme enmarcado por cuatro paredes sin techo, sobre una de las paredes se proyectaba una película nigeriana que tenía ese ambiente barato y sobreactuado de las novelas, yo me entretenía mirando las estrellas y con el recuento de las aventuras de los equipos de terreno. Todos bebimos cerveza y comimos mal. Caroline fumó lenta y silenciosamente, pero para tristeza de todos, y muy especialmente mía, nunca volvió a mostrar los hombros. 



Los expatriados de Katsina

En mi vida he visto un grupo de expatriados tan admirable, y entrañable. Tanto así que el día de mi despedida le di un abrazo sentido a todos, y me fui con un lagrimón en los ojos. Todos trabajan mas allá de los límites humanamente comprensibles y siguen siendo decentes y cordiales. Había personalidades fuertísimas pero no había conflictos, los unía un deseo de hacer el trabajo lo mejor posible y no es porque les tenga cariño, pero encima eran guapísimos, el casting era impecable: ellos, mal rasurados, despeinados, ojerosos, risueños, ellas, interesantes, con largas pestañas, elegantes cuellos, perfectas narices. Todos estaban cubiertos de polvo y tostados por el sol.